Mientras Argentina celebra una temprana alianza con los chinos, en la realidad financiera las cosas son de otro color.

El mayor riesgo del mundo económico es cuando un país ingresa bruscamente al mercado de capitales con un producto por fuera de las normas del propio mercado y desequilibra la balanza financiera.

Este es el caso de China; los países latinoamericanos, representan mercados inestables, la eurozona pasa por un golpe a su moneda, en caso que un país tan importante como Alemania se salga del Euro, el mercado inmobiliario europeo, bajo el efecto de la burbuja, se encuentra debilitado, con este panorama la introducción de China en el escenario, con una caída del crédito importante, parece una situación inminente de desastre.

Los países vienen soportando burbujas financieras de todo tipo, economías infladas que se basan en productos sin garantías.

Cuando un país como China presenta déficit, ello afecta al movimiento de los principales productos que demandan, cobre y aluminio, minerales que dependen de la demanda china y de los cuales depende la tecnología, que hoy es la reina de las inversiones en el mundo entero.

Los chinos no sólo lideran la tecnología del hardware, sino también de otras industrias, como la de automóviles, cuyos ingresos representan un porcentaje de un tercio, aproximadamente del conjunto de la industria.

Cualquier cosa que afecta al mercado chino, impacta directamente en la eurozona, en este enrarecido panorama, Argentina, se encuentra negociando.

Algunos ven esto como un acercamiento de los chinos al producto que les interesa, precisamente cobre y aluminio, metales que en argentina no están explotados al máximo.

Sin embargo, en la era de la globalización, todo se tiene en cuenta y la explotación minera está condicionada a muchos otros convenios, inyectar metales en un mercado emergente es desestabilizar el precio de los metales, en un momento en que la mayoría de los países, presentan problemas de ecología por su explotación.

Por más que haya pronóstico reservado respecto a las conveniencias de pactar con los chinos, habrá que ver cuál es el beneficio real.

Los optimistas indican que el actual gobierno argentino se ha caracterizado por sostener un equilibrio entre importaciones y exportaciones, tratando de negociar con países que admiten compartirlas, sin embargo no deja de ser perturbador que una negociación incierta se esté realizando con los chinos, por una administración próxima a terminar, cuando los movimientos bruscos de China ha dado muestras de desestabilizar economías hasta de países desarrollados, como lo es Alemania con su exportación de insumos para la industria automovilística que los Chinos han dejado de importar.

No hay duda que el año electoral será de definiciones, habrá que ver cuáles son los beneficios reales de esta nueva alianza entre China y Argentina.